VICTOR KÜPPERS
Vivimos en una sociedad en la que parece ser que hay muchos motivos para estar desanimado, triste, frustrado… Pero a veces también nos lo tenemos que permitir. Uno no es peor persona por estar triste, pues no siempre se puede estar alegre, feliz, sonriente… La psicología positiva no nos va a eliminar los problemas que tenemos en la vida. La psicología positiva lo que intenta es darnos ánimos, darnos fuerzas para afrontar las cosas que nos ocurren para así vivir con un poco más de tranquilidad e ilusión.
La psicología positiva nos ayuda planteándose unos hábitos que tenemos que desarrollar, pero básicamente se centra en aquella frase que hemos escuchado tantas veces: “La clave no está en las circunstancias, las circunstancias no las podemos cambiar”. La clave está en la actitud que elegimos para afrontar las cosas que nos ocurren y la actitud que elegimos. Hay dos formas de ir por la vida: una es vivir a merced de las circunstancias, del entorno, que es la que usamos la mayoría. La segunda es, independientemente de las circunstancias, intentar elegir la mejor actitud posible. Y cuando uno se esfuerza, se empeña, porque esta es una cuestión de esfuerzo, de desarrollar el hábito, de intentar elegir siempre una mejor actitud, entonces se da cuenta que está ayudando a que las cosas vayan lo mejor posible.
Entonces, ¿qué actitudes deberíamos elegir? Las voy a explicar de una manera muy resumida:
- Céntrate en lo que está en tus manos. Hay cosas que están en nuestras manos y hay cosas que no. La psicología positiva dice “quieres vivir con ánimo, pues deja de darle muchas vueltas a lo que no está en tus manos”. Eso se llama: entrar en bucle. El bucle nos amarga. Pensar en lo que no voy a cambiar, no va a hacer que las cosas mejoren. Lo que va a conseguir es quitarme el ánimo. No le des más vueltas a lo que no está en tus manos y pregúntate constantemente: “¿esto es lo que hay, yo que puedo hacer?”. Es una pregunta muy simple que nos enfoca.
- Relativizar los problemas. Porque todos tenemos problemas. Pero hay 2 tipos de problemas: hay dramas y hay circunstancias a resolver. Hace falta pararse. Cuando uno está enfadado hay que preguntarse “¿Yo porque estoy enfadado?”. No hay tanto derecho a perder la alegría o a dejar de sonreír cuando es una circunstancia a resolver. Porque la vida tiene dramas. “Drama” es un fallecimiento, es una enfermedad muy grave, un drama es cuando alguien no tiene trabajo, etc… Vas por la calle y parece que todo el mundo tiene dramas. Solo cuando la vida nos da un golpe duro nos damos cuenta. La psicología positiva dice “para y piensa”. Ayuda a tener empatía con los que sufren. Hay que ser consciente que hay tanto sufrimiento, dramas, que mientras no tengamos dramas, no podemos montar uno. Hay que relativizar los problemas.
- Valorar las cosas positivas. Como siempre estamos enfocados a los problemas no nos damos cuenta de las cosas buenas. La psicología positiva lo que dice es “párate de vez en cuando, coge un papel y un bolígrafo y escribe 8 cosas que tienes fantásticas en tu vida”. Porque no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Tienes trabajo, tienes unos padres con salud, vives en una ciudad que te gusta… Hay que aprender a valorar las cosas que tenemos, no por demagogia, sino para tener ánimo. Hay que valorar, agradecer y disfrutar las cosas buenas, primero por justicia y segundo porque un día desaparecen, la vida nos cambia en un instante. Solo cuando la vida te da un golpe importantísimo es cuando te das cuenta de lo que de verdad era importante.
- Cuidarse. Cuídate. Vivimos en una sociedad donde estamos demasiado desanimados, demasiado enfadados, hay mucha gente que vive con enfermedades, con depresión, con angustia. Gente que no duerme bien por la noche. Hay que parar el cerebro. ¿A ti que te ayuda a desconectar del mundo? Porque si no desconectas de vez en cuando, hay un momento que lo que pasa es que te romperás. Llegará la ansiedad, el estrés. Intenta buscar esos momentos para desconectar.
- No olvidar lo más importante que tenemos, que son las personas que queremos. Si hablamos de ánimo, la mayor fuente de ánimo que tenemos los seres humanos es querer mucho a las personas que más queremos y sentirnos queridos. Hay que cuidar esas relaciones. Cuanto más consciente eres de que un día esas personas no estarán, menos te enfadas, más disfrutas, más aprovechas.
- Ser buena persona. Es muy importante sacar la calidad humana. Tú vales tu manera de ser. Las personas que te quieren te aprecian… te quieren y te valoran por tu manera de ser. Y tú valoras a los demás por su manera de ser. Nos gustan las personas que son amables, agradables, que sonríen, que no son arrogantes, que no quieren tener siempre razón. Nos gustan las personas normales. Todos podemos saludar en el ascensor, todos podemos intentar hacer las cosas lo mejor posible, etc…
- Amabilidad. La amabilidad es la mayor virtud que existe desde el punto de vista de la psicología positiva.
Al final se trata de contestar 3 preguntas:
- ¿Cómo quiero que sea mi vida?
- ¿Qué tipo de persona quiero ser?
- ¿Qué estoy haciendo para ayudar a los demás?
La clave está en buscar el silencio, porque en el silencio nos escuchamos. Hay que escuchar la conciencia y hacernos esas preguntas.